Fama pública



El caso del municipio de Iguala, en el estado de Guerrero, pinta de cuerpo entero la situación que vive el país en cuanto a elección de autoridades, ya sea presidentes municipales, gobernadores y presidente de la república
“Si no encuentran novio o novia o si no viene Peña Nieto es culpa de Yunes”: El serpentario


Algo de lo que los políticos no se pueden separar nunca es de la fama pública.
Por muchas porras que les echen sus corifeos con leyendas en las que se les ponga como ejemplos de honestidad, moralidad, experiencia, capacidad, honradez, compromiso social, vocación de servicio y otras cualidades, su historial es lo que decide la calificación que el pueblo les otorga.
Tristemente en nuestro sistema democrático los poderes fácticos, especialmente la televisión, como la pinta la película La Dictadura Perfecta; el reparto de propaganda que se convierte en compra de conciencias; la compra directa del voto; la coacción para votar a favor de un candidato aunque la fama pública lo señale como ratero, narcotraficante, corrupto, vicioso, autoritario, depravado, criminal, son los factores que determinan quién asume los cargos de elección popular, no el perfil de los contendientes o su fama pública.
El caso del municipio de Iguala, en el estado de Guerrero, pinta de cuerpo entero la situación que vive el país en cuanto a elección de autoridades, ya sea presidentes municipales, gobernadores y presidente de la república.
José Luis Abarca, exalcalde de Iguala, y su esposa María de Los Ángeles Pineda Villa (amasia de Ángel Aguirre Rivero), fueron señalados en diversos momentos por miembros de la sociedad de tener relaciones con bandas de la delincuencia organizada; la fama pública indica que José Luis Abarca vendía sombreros para subsistir, en un modesto negocio que le heredó su padre y, de la noche a la mañana, comenzó a construir una plaza comercial y, entre los comercios que abrió, incluyó uno propio donde se vendían joyas de oro puro ostentando una fortuna de extraña procedencia.
Abarca y su esposa María de los Ángeles Pineda eran conocidos por los guerrerenses como jefes de una peligrosa banda de narcotraficantes y les comenzaron a señalar secuestros y crímenes que se cometían ordenados por esta parejita. Sin embargo, y con esa fama pública encima, el PRD lanzó a Abarca como candidato a la presidencia municipal, con la venia de Ángel Aguirre Rivero, gobernador del estado de Guerrero con licencia.
Las consecuencias de encumbrar a este tipo de delincuentes en cargos de dirección política ahí están, son los responsables, señalados por la misma Procuraduría General de la República (PGR) como los que ordenaron la desaparición de los 43 normalistas el 26 de septiembre, desaparición que se realizó con miembros de la policía municipal, su brazo armado.
Y parece de risa pero es cierto, Ángel Aguirre, el cuestionado gobernador de la sureña región mexicana de Guerrero, se apartó de su cargo argumentando que quiere favorecer las investigaciones por la desaparición de 43 estudiantes hace más de un mes en su entidad.
"He decidido solicitar licencia al honorable Congreso del Estado", dijo a los medios Aguirre, cuya renuncia era exigida por familiares y compañeros de los 43 estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa que desaparecieron el 26 de septiembre tras los ataques de la policía de la ciudad de Iguala, en Guerrero.
Qué bonita familia, diría el desaparecido comediante Pompín Iglesias. El señor Aguirre Rivero negocia con el gobierno federal su salida del cargo a cambio de impunidad, es decir, en este momento, gracias a que pidió licencia al cargo, el señor se retira a la vida privada a disfrutar de lo que se robó, sin cargos de conciencia, cuando él también es responsable directo de la matanza de Ayotzinapa, de la que según declaraciones de personajes como el padre Alejandro Solalinde, estaba enterado e hizo caso omiso de la tragedia que se venía encima.
La fama pública es, sin duda, el mejor referente que nos permite conocer a un político, todos los actores tienen su famita, ya sea mala, regular o buena, y no hay necesidad de someterlos a un polígrafo o
a exámenes de confiabilidad para darles la oportunidad de participar en una contienda por un cargo público; con que dejen al pueblo que decida a favor de quien quieren votar es suficiente, pero estamos llegando a extremos sumamente peligrosos en los que a la gente se le amenaza, de muerte, si no sale a votar a favor de determinado pillo que necesita el poder para torcerlo y poner contra la pared a la sociedad.
Todos los veracruzanos, por ejemplo, o al menos el 80 por ciento, sabemos quién es quién en la política, a qué se han dedicado nuestros políticos, de dónde vienen sus cuantiosas fortunas, cuál es su nivel real de preparación académica, cuáles son sus contactos, con quiénes se coluden, si son o no corruptos y, en fin, todos sabemos quiénes son, tienen su historial propio, su fama pública.

LA JAROCHA SE
VUELVE CARIBEÑA

En México, uno de los sectores de la economía, quizá el más importante pero que recibe menos atención, es el de la microempresa; incluso, al pensar en un negocio de tales proporciones muchas veces pasamos por alto las tienditas de la esquina o misceláneas, quizá porque ya las vemos como parte de la colonia, porque pensamos que eso no requiere grandes habilidades o porque ya ni siquiera las visitamos pues preferimos comprar en un Oxxo, un Fasti o cualquier tienda que resuelva nuestras necesidades las 24 horas.
En Veracruz, al inicio de la administración de Javier Duarte de Ochoa, se implementó un Programa de Reconversión del Comercio Minorista, conocido como La Jarocha Próspera, dirigido específicamente a este sector: el de las tienditas de la esquina, en su mayoría empresas familiares que iniciaron sin tener noción de lo que realmente significa llevar un negocio.
Pues La Jarocha Próspera les da a los propietarios de estos negocios, mejor dicho, microempresarios, herramientas para crecer, desarrollarse y consolidarse; asesoría y capacitación en temas de administración, inventario, acomodo de productos, iluminación, trato al cliente, búsqueda de proveedores y manejo de equipo de cómputo que se convierte en su punto de venta. Hasta el momento se ha desarrollado en seis municipios de Veracruz, beneficiando a 300 familias que han visto el incremento de sus clientes, ventas y de sus utilidades hasta en un 34 por ciento.
La Jarocha Próspera opera a través de la Secretaría de Desarrollo Económico y Portuario (Sedecop), cuyo titular, Erik Porres Blesa, ha conseguido que sea reconocida a nivel nacional.
Incluso, uno de los casos de éxito de este programa participó como imagen de la Semana Nacional del Emprendedor 2014, que realizó el Instituto Nacional del Emprendedor (Inadem) en el mes de agosto en la Ciudad de México.
Y ahora La Jarocha se vuelve Caribeña. Y es que tal ha sido el éxito de esta política pública implementada por Duarte de Ochoa, que ya se ha empezado a replicar en otra entidad: Quintana Roo, que es el primer estado que de manera oficial levanta la mano y su gobernador, Roberto Borge Angulo, firmó un convenio de colaboración con el titular de la Sedecop para volver las tienditas de la esquina quintanarroenses en Caribeñas Emprendedoras.
Hay que aplaudir esta iniciativa, en primer lugar del Gobernador por fortalecer este importante sector económico y, en segundo lugar, el trabajo coordinado con su homólogo de Quintana Roo; intercambiando opiniones, experiencias y políticas públicas se generan sinergias positivas para el desarrollo económico de la región sur-sureste y de todo el país.
¿Cuántos más se sumarán a este proyecto?

REFLEXIÓN

Se pone interesante el tema de la gubernatura de dos años que, según versiones, incluirá el gobernador Javier Duarte en el proyecto de reforma electoral que enviará al Congreso Local, propuesta a la que los cuatro Yunes se oponen terminantemente. Escríbanos a mrossete@yahoo.com.mx formatosiete@gmail.com www.formato7.com/columnistas