Nada Personal

¡Inseguridad!

J.M. Pasado



La zona norte del puerto de Veracruz se volvió a teñir de sangre el fin de semana con el crimen del coordinador de Atención al Derechohabiente del Hospital Regional del ISSSTE de esa ciudad, José Manuel Valencia Zárate
¡Inseguridad!

La zona norte del puerto de Veracruz se volvió a teñir de sangre el fin de semana con el crimen del coordinador de Atención al Derechohabiente del Hospital Regional del ISSSTE de esa ciudad, José Manuel Valencia Zárate.
En principio las crónicas policiacas apuntaron a un crimen de la delincuencia común que habría sido motivado por el robo, aunque horas después se presume otro móvil.
Como sea, a José Manuel, de 62 años, no le respetaron la vida. Su esposa, Martha Cecilia González Soto, de 53 años, la dejaron casi muerta por las puñaladas que le propinaron en el abdomen -aún al cierre de esta edición se debate entre la vida y la muerte-.
Dentro de la vivienda marcada con el número 1599 de la calle Playa Roqueta, entre Playa La Trocha y Arena, de la colonia Playa Linda, no sustrajeron pertenencias ni objetos de valor.
En el interior de la propiedad estaba el automóvil de la familia, un Aveo Chevrolet y otras cosas que bien pudieron llevarse los sanguinarios victimarios.
Por este caso el propio ISSSTE, a través de su delegado en Veracruz Renato Alarcón Guevara se pronunció al lamentar los hechos.
Durante el sepelio de José Manuel Valencia los trabajadores del instituto que lo despidieron manifestaron aquella exigencia del empresario Alejandro Martí cuando le asesinaron a su hijo: “si no pueden, renuncien”.
La tragedia de José Manuel y su esposa son una constante en el puerto de Veracruz, como ocurre en la mayoría de las ciudades del estado.
Apenas a media semana anterior grupos empresariales de la conurbación Veracruz-Boca del Río alertaron que tienen registro de que la delincuencia común se les disparó a las autoridades.
Inclusive el regidor del Ayuntamiento de Veracruz Mario Cruz Herrera, de extracción perredista, sostuvo que a diario hay robos y asaltos a personas, negocios y casas-habitación, en todas las colonias, sin que la Policía Naval pueda frenar la ola delictiva.
El edil fue más allá al increpar los dichos del secretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez Zurita, quien sostiene una y otra vez que la incidencia delictiva es menor.
“Esa es una gran mentira”, dijo el regidor.
Pues sin entrar en esos dimes y diretes, lo que a la conurbación le hace falta es más trabajo preventivo policial.
En las calles cada vez es menor la presencia de las fuerzas policiales, sobre todo de la Policía Naval que fue constituida para asumir el mando de seguridad.
Que no esperen las autoridades de la SSP que hechos de sangre como el que arrebató la vida al coordinador de Atención al Derechohabiente del ISSSTE vuelvan a repetirse.
De lo contrario no duden que comiencen a ocurrir incidentes como los de la zona centro del estado, en donde pobladores (aunque digan que son infiltrados del crimen) han tenido que actuar para cuidarse de los delincuentes.

NO MARCHEN


El gobierno debe dejar atrás la cantaleta de siempre de que en Veracruz no hay grupo de autodefensas y ponerse las pilas para que con inteligencia y estrategia militar, contener lo que ya es una realidad, al menos en la zona marginada del centro del estado. Las fotografías que nos manda
el corresponsal Juan José Enríquez son más que elocuentes, pero aún más delicado que cinco municipios, Acultzingo, Ciudad Mendoza, Huiloapan, Nogales y Río Blanco, estén solicitando el apoyo del grupo de Autodefensas de Zongolica para conformarse como tales, tomando en cuenta que la inseguridad es el pan de cada día en aquella zona y ya no están dispuestos a seguir bajo su yugo. Aseguran que ni el mismo Ejército mexicano es capaz de detener esta ola delincuencial. ¡Aguas con eso!...Aunque los seguidores de Héctor Yunes Landa digan lo contrario, la campaña del senador para buscar la Gubernatura de Veracruz en 2016, ya se desinfló. Se los dije, después de su informe de actividades, en el que derrochó 10 millones de pesos, ya no tiene que ofrecer a los veracruzanos y al igual que Gerardo Buganza Salmerón, no representan una opción diferente para gobernar los destinos de Veracruz, un estado urgido de cambios radicales, sobre todo en la transparencia y la honestidad para manejar los recursos del erario público. Lo que se ve se juzga y aquí lo hemos dicho, muchos de los colaboradores de Javier Duarte de Ochoa, en lugar de apoyarlo llegaron para meterle mano al cajón, abonar a su patrimonio personal y familiar y los hechos están a la vista: negocios, bienes raíces y dinero en sus cuentas bancarias personales. Eso es lo que encabrona al pueblo veracruzano. Sabemos que no lo hará, pero Duarte se ganaría las simpatías y el cariño de su pueblo si decide despojar a esos desleales colaboradores que ahora se pasean impunemente por las calles de Xalapa, en sus camionetas de lujo, viajan al extranjero y administran sus turbios negocios, con dinero que obtuvieron en menos de cuatro años...Seguramente los responsables de la seguridad en Xalapa ya tienen conocimiento que nuevamente grupos de la delincuencia organizada han reiniciado el cobro de piso a empresarios de la capital veracruzana, sobre todo en el corredor de la avenida Lázaro Cárdenas. Se suponía que este cáncer ya se había exterminado, pero es todo lo contrario. Algo tiene que hacer el gabinete de seguridad veracruzano para combatir este fenómeno que combinado con las pandillas que se atacan cada fin de semana en el cinturón de miseria de la capital, son la pesadilla de miles de familias que incluso se han autoimpuesto el toque de queda ante el temor de ser agredidos... Javier Corral, el menos torcido de los candidatos del PAN a la dirigencia nacional, sigue dando muestras de que pretende un partido distinto. Al final todo se quedará en buenas intenciones porque al menos en Veracruz está bien claro que no tendrá tamaños para competir en la interna. Y es que la promoción del voto al interior del panismo veracruzano la encabeza el tristemente célebre Alejandro Pipo Vázquez Cuevas, quien para regresar a la escena política del estado le hace juego a Corral, aunque al interior del blanquiazul tienen claro que lo único que busca el transa panista es sentarse a negociar posiciones, inclusive con el mismo Miguel Ángel Yunes Linares, el que se recordará le dio una patada en el trasero en el proceso electoral de 2010 cuando le coordinaba su campaña a la Gubernatura. Pipo, lo que un día fue, no será, como dice el Príncipe de la Canción José José... Nos vemos mañana.