Como siempre, al perro más flaco se le cargan más las pulgas



LA CORRUPCIÓN DEL ALMA ES MAS VERGONZOSA QUE LA DEL CUERPO
Lo descubierto recientemente en el Reclusorio Norte de la Ciudad de México, no es nuevo. Ocurre desde la misma creación de las prisiones y tampoco es privativo de las cárceles mexicanas. Sucede en todas las cárceles del mundo, incluyendo a este pobre estado de Veracruz.

Curiosamente, el Reclusorio Norte fue el primero que recibió a los reos provenientes del Palacio Negro de Lecumberri que cerró sus puertas en 1976, para que se regeneraran y desde entonces, como ahora, se afirma que son centros de readaptación social.

Sii como no Chucha ¿Y tu nieve de que la quieres?

Lo novedoso es que, por fin, algunos presos tuvieron los arrestos suficientes para videograbar y difundir lo que pasa tras los muros carcelarios, con lo que violaron la ley del silencio que priva en las prisiones y que, por lo regular le cuesta la vida a quien habla, a “La borrega”, como llaman a los delatores.

En calidad de mientras, ya le tocó bailar con la más fea a Luis Javier Valdés Crispín, el custodio del Reclusorio Norte que ofertaba la renta de celulares a reclusos.

El buen Crispin sigue dentro de un reclusorio, pero ya no es el Norte, sino el Oriente y ya no está como guardia, sino como “huésped” y seguramente no menos de media docena de exceladores le harán compañía, dejando el uniforme negro por el odiado beige.

Como de costumbre, el hilo se rompió por lo más delgado.

En Veracruz las cosas no son nada diferentes, solamente que aquí continúan bien cubiertos todo tipo de corruptelas por parte de autoridades de los penales e incluso por los mismos custodios.

En los penales de Veracruz, existe no solo alquiler de telefonía celular, sino que incluso todos saben que con esos aparatos se les permite a los criminales continuar operando sus redes criminales e incluso orquestar ejecuciones, asaltos bancarios, robos, pero sobre todo secuestros. Pero coko dice Jaime Mausan: “Y nadie hace
nadaaaaa”

El problema tampoco es de ahora, esto es desde siempre, sino habría que preguntarle al exsecretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez Zurita, quien el pasado 1 de agosto de 2016, justificó el mal estado de las cárceles de Veracruz y dijo que “están como en todo el país” y que no había por qué espantarse.

Ese día, luego de tomar la protesta al entonces nuevo director de Prevención y Reinserción Social, José Óscar Sánchez Tirado; Bermúdez reconoció que hay muchas carencias, hay mucho que generar en reinserción social pero no lo hizo.

El problema es que a casi dos meses del nuevo gobierno y de la llegada de otro director de Prevención y Reinserción Social, no se ven muchos cambios, es mas no se ve ni la intención de que vayan a hacer algo.

Todo tiene una explicación, desde las cárceles se genera muchísimo dinero, dinero que por supuesto amazan normalmente los directores, subdirectores, jefes de seguridad y hasta los custodios.

La corrupción en las cárceles de Veracruz, también es igual que las de todas las cárceles de México, eso no lo puede negar ni el director de Reincersión Social, ni el secretario de Seguridad Pública, Jaime Téllez Marié, ni mucho menos el gobernador del estado, Miguel Ángel Yunes Linares.

En ese temor, hay que recordarle a Yunes Linares que una de sus promesas primordiales de campaña fue: acabar con la corrupción, además de detener a Javier Duarte de Ochoa, y ya que no ha podido cumplir esta última, por lo menos que cumpla la primera ¿O no?

Digo, sabemos que si logra abatir la corrupción dentro de las prisiones veracruzanas, sería algo así como, hacerse merecedor de un “Oscar”.

Lo realmente insólito, sería ver con uniforme naranja, a los personajazos que están detrás de tan vergonzantes hechos y no sólo a chivos expiatorios... LA CORRUPCIÓN DEL ALMA ES MAS VERGONZOSA QUE LA DEL CUERPO.