Alma Grande

Alza en pesos, disminuci贸n en centavos

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Las protestas sociales surgidas por la inconformidad por el precio de la gasolina se quedaron calladas ante esta reducci贸n que sirvi贸 s贸lo como paliativo para dar a conocer que los precios de los energ茅ticos ya no los definir谩 el gobierno sino una comisi贸n reguladora que regir谩 el gobierno
El anuncio de la reducci贸n de 0 a 2 centavos diarios en el precio de las gasolinas fue tan ofensivo para los mexicanos como el incremento de 23 por ciento anunciado el 28 de diciembre del a帽o pasado.

Pero esos dos centavos sirven para detener las protestas, m谩s que el alza en s铆 misma.

La Comisi贸n Reguladora de Energ铆a inform贸 que la gasolina Magna tendr谩 un precio de 16.48 pesos en Guadalajara frente a los 16.50 pesos del d铆a anterior; la Premium se vende en 18.37 pesos el litro frente a los 18.38 pesos del lunes. El di茅sel se mantendr谩 en su costo de 17.22 pesos.

En tanto, la Magna costar谩 en Zapopan 16.49 pesos el litro contra 16.51 pesos del lunes, la Premium 18.38 contra los 18.39 pesos, y el di茅sel, 17.24 pesos.

De acuerdo con la CRE, el precio m谩ximo de la gasolina Magna baja dos centavos y la Premium un centavo tanto en Guadalajara como Zapopan.

En Nuevo Le贸n, por ejemplo, a partir del 21 de febrero, los precios m谩ximos promedio de las gasolinas Magna y Premium bajaron un centavo, mientras que el del di茅sel se mantiene en relaci贸n con el precio anunciado, de acuerdo con la Comisi贸n Reguladora de Energ铆a.

Para el discurso oficial una reducci贸n de esta magnitud, acusa adem谩s de burla, incapacidad para definir pol铆ticas energ茅ticas y fiscales.

Las protestas sociales surgidas por la inconformidad por el precio de la gasolina se quedaron calladas ante esta reducci贸n que sirvi贸 s贸lo como paliativo para dar a conocer que los precios de los energ茅ticos ya no los definir谩 el gobierno sino una comisi贸n reguladora que regir谩 el gobierno.

La noticia se convierte entonces en una especie de absurdo que indigna, pero al mismo tiempo impide que las protestas de rechazo al alza se conviertan en una inconformidad generalizada, que es en realidad lo que advert铆an las autoridades como un peligro para la estabilidad del gobierno y sus decisiones, pero no significaban un riesgo para el pa铆s, sino para los intereses que est谩n detr谩s de esas alzas de m谩s de 20 por ciento.

La desproporci贸n entre el 20 por ciento de incremento al precio de la gasolina y la disminuci贸n de dos centavos diariamente, es un insulto a la inteligencia de los mexicanos. La utilizaci贸n de esta informaci贸n es tambi茅n un insulto y la simple menci贸n de esta disminuci贸n, como parte del discurso oficial para justificar los 鈥渂eneficios鈥 de la reforma energ茅tica, es una agresi贸n.

Aunque no se descarta, que en lugar de bajar el precio aumente, seg煤n lo advirtieron los funcionarios de Hacienda.

El subsecretario de Ingresos de la Secretar铆a de Hacienda, Miguel Messmacher Linartas, se帽al贸 que el gobierno federal usar谩 el margen fiscal para suavizar las fluctuaciones en los precios de las gasolinas, ya que se determinar谩n de manera diaria.

El anuncio de la disminuci贸n de dos centavos diarios a los precios
de las gasolinas desestabiliz贸 las protestas y crearon reacciones diferentes que desactivaron todas las marchas en el norte y centro del pa铆s.

La organizaci贸n social basada 煤nicamente en el rechazo a las alzas de energ茅ticos se deshizo autom谩ticamente con el anuncio de la disminuci贸n del precio de las gasolinas; sin embargo, la indignaci贸n crece por la desproporci贸n de una compensaci贸n que en realidad no lo es.

Es decir, el anuncio de la disminuci贸n en el precio de los combustibles acall贸 las protestas, desactiv贸 las movilizaciones, y justific贸 las reformas estructurales.

Todo en un mismo discurso que mueve a burla y acusa prepotencia y autoritarismo.

La inconformidad social se agrupaba alrededor de esta alza a los energ茅ticos, ahora se reagrupa a partir del rechazo a la demagogia y al enga帽o. Es decir, se pasa de un hecho concreto a una forma de hacer pol铆tica y una conducta espec铆fica de los funcionarios p煤blicos.

El silencio social es una pausa moment谩nea en medio de una creciente inconformidad social que tuvo en el alza a la gasolina el mejor pretexto para recuperar las calles y alzar la voz.

Ahora, las protestas no se detendr谩n, pero pasar谩n de la expresi贸n simple contra una medida espec铆fica al rechazo de una pol铆tica autoritaria generalizada en 茅ste y otros sexenios.

El silencio de las v铆ctimas puede ser breve, aunque desde el gobierno se apuesta por la desmemoria de quienes hacen de la reacci贸n ante el abuso de poder, una protesta social que no se agotar谩 en contra un tema solamente sino contra una pol铆tica social mal encaminada y a veces inexistente.

Ahora el gobierno parece haberse anotado una victoria sobre la inconformidad social, no estamos seguros de que as铆 sea a pesar de la mala intenci贸n mostrada desde los escritorios de la alta burocracia en el pa铆s.

Porque las encuestas realizadas momentos despu茅s de darse a conocer la noticia de la disminuci贸n del precio de las gasolinas, mostraron una desaprobaci贸n en la imagen del presidente de la Republica superior al 70 por ciento.

Es decir, nadie crey贸 en la aparente bondad del gobierno ni en los ef铆meros beneficios de la reforma energ茅tica, pero s铆 creyeron que se les hab铆a aplicado la vieja frase de 鈥渁tole con el dedo鈥, que es una acci贸n que la poblaci贸n no olvida ni perdona.

Mientras esto sucede en la periferia del poder, dentro de la estructura financiera se muestra la frustraci贸n de los funcionarios p煤blicos por no haber podido aumentar el precio de las gasolinas desde principios de febrero para sanear unas finanzas que nada tienen que ver con el beneficio social sino con los equilibrios internos de los dineros de la administraci贸n p煤blica鈥 Esta columna se publica los lunes, mi茅rcoles y viernes.

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