No declararon polic铆as detenidos por asesinato del tesorero de Coatepec
26 de Septiembre de 2014
Jes煤s Ruiz / Coatepec, Ver.
Esposados y llorando los presuntos asesinos de quien fuera tesorero del Ayuntamiento de Coatepec, Guillermo Pozos Rivera, fueron trasladados la tarde de este jueves del Juzgado de Control de Juicio Oral, situado en la Ciudad Judicial de esa ciudad, al Centro de Readaptaci贸n Social de Pacho Viejo.

No obstante, tanto el subdirector de Seguridad P煤blica municipal, Eder Omar 脕lvarez Tapia; su escolta, Jairo Br铆gido Caballero Espinosa; y el motopatrullero, Francisco Sandoval Hern谩ndez, se abstuvieron de hacer alguna declaraci贸n en el tribunal.

De acuerdo con el Juez Florencio Hern谩ndez Espinosa, luego de realizar la vinculaci贸n del proceso a los detenidos 茅stos optaron por guardar silencio a recomendaci贸n de sus abogados.

Hern谩ndez Espinosa adelant贸 que ser谩 el pr贸ximo 13 de octubre cuando los implicados tendr谩n que presentarse para iniciar formalmente con el procedimiento legal y para entonces tendr谩n que dar su versi贸n de los hechos.

Sitian palacio municipal para capturarlos

Los imputados en el homicidio del ex tesorero fueron llevados a las instalaciones de los juzgados luego de su detenci贸n la ma帽ana del jueves en el palacio municipal, esto despu茅s de que el Juez de Control del Distrito de Pacho Viejo gir贸 la orden de aprehensi贸n.

Para el arresto desde temprana hora los elementos de la Secretar铆a de Seguridad P煤blica (SSP), de la Procuradur铆a General de Justicia (PGJ) y del Ej茅rcito Mexicano arribaron al palacio municipal para capturarlos durante el cambio de turno.

Aunque se especul贸 que se trataba de una revisi贸n sorpresa a los permisos de armas de fuego, tras el operativo de seguridad con el que restringieron la entrada y salida al palacio se confirm贸 que en realidad se hab铆a efectuado la captura.

Rompe en llanto

Hern谩ndez Espinosa detall贸 que la vinculaci贸n dur贸 unas cinco horas y termin贸 pasadas las 17:00 horas cuando fueron trasladados al Cereso.
Al lugar tambi茅n acudi贸 el procurador General de Justicia del estado, Luis 脕ngel Bravo Contreras, quien estuvo durante la mayor parte de la audiencia de formulaci贸n de la imputaci贸n.

As铆, 脕lvarez Tapia, Caballero Espinosa y Sandoval Hern谩ndez, fueron escoltados por elementos de la Polic铆a Ministerial a una patrulla que los llevar铆a al Cereso de Pacho Viejo.

Ya que no realizaron declaraciones se impidi贸 el paso de la prensa al juzgado; sin embargo, cuando fueron transportados en la patrulla se pudo constatar que uno de los detenidos se ech贸 a llorar.

Al percatarse de la presencia de sus familiares, quienes se encontraban en el estacionamiento de los juzgados, no pudo contener las l谩grimas al ser trepado en la batea de la patrulla.

En unos instantes junto a la camioneta apareci贸 una mujer con un beb茅 en brazos, quien tampoco dej贸 de llorar al ver esposado a su pareja y rodeado de elementos policiales.

Abuso policial contra reportero de MARCHA

Antes de echar a andar la camioneta este reportero tom贸 fotograf铆as de los detenidos; sin embargo, al percatarse de la situaci贸n los elementos policiales r谩pidamente abordaron para despojarlo del celular y borrar las im谩genes.

Indignados por la situaci贸n tambi茅n los familiares recriminaron que se hubiesen tomado las fotograf铆as.

Entre el grupo conformado por unas diez personas, incluso una mujer amenaz贸 que si se llegaba a publicar una sola imagen le iba a pesar al responsable.

Luego de que se elimin贸 el material los elementos policiales tomaron los datos personales del reportero y se retiraron con rumbo a Pacho Viejo, llevando consigo a los presuntos responsables del asesinato de Pozos Rivera.

El pasado 22 de agosto el ex tesorero municipal de Coatepec fue levantado por un comando en las afueras de edificio del ayuntamiento y posteriormente fue encontrado sin vida el d铆a 25 del mismo mes, en un paraje ubicado a un costado de la carretera Jalcomulco-Tlaltetela.

El cuerpo de Pozos Rivera presentaba heridas con un arma punzo cortante, seg煤n dijo en su momento la misma Procuradur铆a General de Justicia del estado, quien desde el principio descart贸 que hubiera sido ultimado con el tiro de gracia.