“Fidel Herrera no se sumará a mi campaña, eso es un invento de Yunes Linares� Héctor Yunes Landa


Con la cabeza más fría y despejada estamos en condiciones de dar nuestra opinión de lo que a nuestro entender fue el primero debate entre los ¡siete aspirantes a la gubernatura de Veracruz!; cuatro que van contra el panista Miguel �ngel Yunes Linares, uno que es producto de la mercadotecnia que tan hábilmente maneja el creador de Morena, Andrés Manuel López Obrador, y Armando Méndez de la Luz que, con gran estatura política, honra su participación en esta contienda aportando propuestas que son el resultado de sus experiencias, siempre exitosas a su paso por la función pública.
¿Por quién comenzar?... Juan Bueno Torio, el candidato “independiente�, inventor de Gerardo Buganza y Salmerón, expanista de cepa que decidió de última hora entrar a la contienda por la figura de independiente y que, como buen empresario, no invertiría un centavo en nada que no deje un buen billete a cambio. Don Juan Bueno trató de enganchar al electorado con una frase que se repite por todos los rincones de Veracruz “estamos hasta la madre del gobierno�, y la usó como muletilla, cayendo en el error de no saber qué tan bien o mal se le oyen las malas palabras, porque hay personas que no externan una frase si no le meten varias picardías y el asunto se oye normal, hasta chistoso, pero hay otros, como don Juan Bueno que, dada la seriedad que siempre muestra en sus intervenciones y su forma de ser, formal y educada, soltar un ¡estoy hasta la madre!, como que no le queda muy bien, pero, bueno, aparte de decir que él como empresario ha creado muchos empleos y de quejarse de la terrible inseguridad que vivimos los veracruzanos, recomendó a los panistas, particularmente, que no voten por Miguel �ngel Yunes, con lo que cumplió con su encomienda.
Por su parte, Víctor Alejandro Vázquez Cuevas, El Pipo, candidato del partido de reciente creación llamado PES, expanista hasta que se peleó en la contienda anterior por la gubernatura con Miguel �ngel Yunes Linares, tuvo buenas intervenciones, sacó a relucir las tablas que tiene dentro de la actividad política a pesar de su juventud, fue crítico con el gobierno lo que hace dudar de alguna dependencia del PRI y supo salir bien librado, aunque con manoteos innecesarios pero que seguramente alguien le recomendó como parte de sus clases de oratoria de la primaria. El Pipo obtendrá una buena votación y logrará que en Veracruz el PES sobreviva y comience un crecimiento importante.
Alba Leonila, la candidata del PT, hizo lo que tenía que hacer, lanzarse en contra de Miguel �ngel Yunes, la razón de su participación en esta contienda; tuvo una intervención dedicada a los que menos tienen muy afortunada pero su insistencia en pasar la factura de los 15 millones que Yunes Linares le quedó a deber hace seis años y el compromiso que tiene de golpearlo la perdieron. Yunes Linares no contestó a una sola de sus críticas, no la peló, y con eso fue suficiente para nulificar los dardos que le lanzó, con mucho veneno pero lanzados con mano suave no con una cerbatana de jíbaros como debió ser.
Armando Méndez de la Luz sí actuó como candidato al gobierno en un debate con sus adversarios. Su amplia experiencia en las cuestiones económicas y en la administración pública le permiten presentar un programa de gobierno para dos años, con amplias posibilidades de éxito. La seriedad con la que tomó su participación en el debate y los conceptos que externó le valieron puntos importantes, lástima que su partido, Movimiento Ciudadano, no cuenta con la estructura suficiente para sacar adelante una empresa de esta magnitud. Aún así cosechará buena cantidad de votos en las urnas.
Cuitláhuac Jiménez García, candidato de Morena, mostró su ingenuidad para estos trotes; sus planteamientos sobre la honradez, la transparencia y la correcta aplicación de los fondos públicos es lo único que ha aprendido de su maestro Andrés Manuel López Obrador, y es lo que aplica para hablar de economía y desarrollo sustentable, inseguridad, creación de empleo y todo, solo faltó que tuviera la botarga a un lado como una especie de asesora para ampliar la pena que da ver a un joven con esos niveles de ingenuidad, sin armas para la lucha política, con una oportunidad en las manos que seguramente no alcanza a valorar. Ni modo.
Héctor Yunes Landa, sabedor que es la estrella en cuyo entorno gira la atención de tres de los aspirantes y la clase política veracruzana en el poder, logró mantener