Desde tiempo inmemorial se sabe y se ha difundido que los norteamericanos no tienen amigos sino intereses, y en nuestro país se ha demostrado que no tenemos patriotas que defiendan sus principios sociales que tanta sangre han costado, sino vasallos o serviles a los peores intereses, más aún, se ha acrecentado la corrupción e impunidad que contribuye al silencio más abyecto.
El saqueo al país no ha terminado y el punto histórico de referencia lo tenemos con el inicio del gobierno de Miguel de la Madrid Hurtado, en el que se sientan las bases para , a partir de ahí ,dejar lado el crecimiento continuado que se tenía el hasta el régimen de López Portillo, del siete por ciento, lo que se vino al sueldo y se mantiene la debacle de casi cero crecimiento , entretanto, la miseria se extiende como hidra por todos lados, acompañada de la violencia y la inseguridad.
Si Trump se queja que tiene cincuenta millones de miserables y lucha, a toda costa por liberarlos, entre nosotros , tenemos , de los 120 millones de mexicanos, cerca de setenta millones de personas que están en la miseria que , no podrán ver el final de túnel si se permite que la política concentradora de la economía en unas cuantas manos se perpetúe , en tanto la educación siga en manos de la iniciativa privada y que la ciencia, la técnica , la ingeniería y las matemáticas se niegue a las nuevas generaciones.
Para tener una idea de las razones , motivos o circunstancias que hacen que una nación crezca y que se mejore su economía y, sobre todo el potencial económico de su población, es porque han apostado todo a la educación y no a la corrupción, así podemos ver a China y a Estados Unidos poderosos, pues en tanto en el primero de los países al año se gradúan cuatro millones quinientos científicos, técnicos, ingenieros o matemáticos, en este último solo 500 mil, mientras que en México sólo diez o doce personas de alta calidad.

Pero poco falta ya para que el saqueo a la nación concluya, pues ya es poco lo que queda para saciar las ambiciones de las minorías, en