¿Qué le pasa a Lupita? ¡¡¡Bingo, bingo, biiiiiiiingo!!!



Algo tiene la silla de la Presidencia municipal de San Andrés Tlalnelhuayocan que no acomoda a la alcaldesa Arianna Guadalupe Ángeles Aguirre
Algo tiene la silla de la Presidencia municipal de San Andrés Tlalnelhuayocan que no acomoda a la alcaldesa Arianna Guadalupe Ángeles Aguirre.

Tanta campaña hizo en 2013 que una vez instalada en el despacho, el 1 de enero del año siguiente, se empecinó en demostrar que es ella la que manda en el gobierno local.

El avance de su administración ocurre entre conflictos permanentes. El primero de estos se registró apenas unos días después de asumir la Presidencia.

Al estilo de Juan Vargas, alcalde de San Pedro de los Saguaros —el personaje del actor mexicano Damián Alcázar en La Ley de Herodes—, Arianna Guadalupe tomó por asalto al Cabildo desde el primer día de su gobierno.

Se enfrentó con el síndico Cristopher Alarcón Hernández y la regidora Isabel Ballesteros porque así, por su santa voluntad, designó al Tesorero y al Contralor.

Tuvo que intervenir una comisión de diputados de la LXIII Legislatura local, encabezada por el panista Carlos “Chico” Fuentes, para solucionar el conflicto y mantener medianamente la gobernabilidad.

El resto del 2014 y 2015 mantuvo el mismo ritmo de enfrentamiento con ediles y gobernados.

Este año, un par de días previos a la jornada electoral del domingo 5 de junio, una mujer denunció ante la Fepade a las autoridades municipales, entre ellas a Arianna Guadalupe Ángeles, por despedirla cuando se negó a utilizar el programa federal 70 y Más de la Sedesol para inducir el voto a favor del PRI.

“Las autoridades del municipio, no sé si la presidenta Arianna Guadalupe Ángeles
Aguirre también, pero lo que pretendían algunas autoridades era que yo hiciera una especie de afiliación y que dijera que debían votar por el PRI... Yo sé que eso es un delito, que está mal y me negué a hacerlo, y fue entonces que me despidieron”, acusó la empleada agraviada, Guadalupe Flores Jiménez.

Desde entonces las cosas no andan bien en Tlalnelhuayocan. No, porque además de los conflictos políticos, Ángeles Aguirre enfrenta ahora un problema de ludopatía (adicción por el juego a las apuestas y sorteos).

Fuentes internas de la Presidencia aseguran que la alcaldesa tiene largas ausencias en el inmueble municipal.

Los juegos y las apuestas son lo suyo —advierten—. Dirá Arianna Guadalupe que se trata de un asunto personalísimo. Pero no. Sobre todo porque interrumpe las audiencias vespertinas por lanzarse a cualquiera de los casinos de Xalapa.

Valdría la pena preguntarle a la alcaldesa si el cash apostado es del patrimonio personal, pues en un municipio con 53 localidades, sólo una es urbana y 52 rurales (según datos geográficos del Censo 2010 del Inegi), con el 64.4% de la población en situación de pobreza (de un total de 10,050 personas), sería poco justo que parte del erario terminara como inversión en los cartones del ¡¡¡Bingo, Bingo, Biiiiiiiiiiiiingo!!! de cualquier casino.

Que el Palacio Municipal de San Andrés Tlalnelhuayocan no se convierta en casino.