Nada Personal

Alemanistas de vuelta

J.M. Pasado



Como para acentuar el regreso de varios alemanistas a la administración pública, Miguel Alemán encabezó una reunión “de cuates” –dicen algunos que asistieron— pero más que eso se trató de una encerrona que provocó mucho sospechosismo
* Larga espera que termina
* Maestros faltistas y la Carabina de Ambrosio

Aunque por la distancia hablar de la sucesión gubernamental puede parecer cosa ociosa, la presencia en la entidad de la clase política del pasado obliga el comentario.
Como pocos priistas, el exgobernador de Veracruz Miguel Alemán Velazco (1998-2004) se distinguió por buen entendedor de lo que es políticamente correcto.
Quizá de manera obligada mantuvo los modismos de los viejos gobernantes de su partido.
En el Partido Revolucionario Institucional había permanecido esa regla no escrita de que una vez concluida gubernatura o presidencia, el mandatario en turno debía poner distancia de por medio de cualquier ámbito político.
Alemán Velazco se mantuvo con ese comportamiento solo diez años, los del sexenio fidelista y cuatro más del duartismo, pues no se aguantó las ganas de volver.
Después del acto constitucional de aquel 1 de diciembre de 2004, cuando envistió a Fidel Herrera como su sucesor, por mucho tiempo no se supo de él.
Y eso que mantenerse fuera de foco no es cosa sencilla para un hombre como el exgobernador, pues se trata de un reconocido empresario a nivel internacional, con una fundación que lleva el nombre de su padre, Miguel Alemán Valdés, el llamado Cachorro de la Revolución.
Tampoco era sencillo dejar de mirársele porque llegó a Veracruz como el Rey Midas, aquel que todo tocaba y convertía en oro, pero al final del sexenio heredó un estado pobre y endeudado.
Con el exgobernador solamente se hicieron ricos unos cuantos: Lorenzo Lazo Margain, su poderosísimo jefe de la Oficina del Programa de Gobierno; Roberto López Delfín, su secretario Particular; o Juan Amieva Huerta, entonces secretario de Finanzas y Planeación.
Con todo y eso Miguel Alemán se ausentó de Veracruz. Dejó de hacer ruido. No se le recuerdan intromisiones en el sexenio de Herrera.
De manera muy esporádica aparecía por ahí en algún acto político invitado por otros personajes, pero siempre modoso.
Pero quizá su ausencia terminó. Como para acentuar el regreso de varios alemanistas a la administración pública, Alemán encabezó una reunión “de cuates” –dicen algunos que asistieron— pero más que eso se trató de una encerrona que provocó mucho sospechosismo.
Al encuentro realizado en el restaurante Vadiro’s hace un par de viernes asistieron varios de los que estuvieron en su Administración.
Lo que hayan platicado son asuntos que con mucha dificultad podrían ser verificados de manera independiente, aunque claro está, no sería para desearse felices fiestas patrias.
El encuentro ocurre cuando aparece en el gabinete estatal un alemanista, el Contralor General del Estado, Ricardo García Guzmán, y cuando otro, el diputado federal Alejandro Montano Guzmán, levanta la mano para decir que él sí aceptaría la Gubernatura, así fuera de dos años.
No es ocasional que por estos mismos días, el consentidor columnista Premio Nacional de Periodismo –de esos balines que entrega cualquier organización— le haga el favor a Montano de subirlo a la palestra de la sucesión gubernamental.
Algo cocina ese grupo, y no precisamente don Mike, sino aquellos que siguen viendo en el exgobernador a su padrino político, el único que los puede sacar de la congeladora.
Para su mala fortuna los veracruzanos, bien politizados como somos, tenemos harta memoria y no se nos olvidan pillos como Lazo, López Delfín, Amieva Huerta, o el propio Capi que no pasó las auditorías por la compra de helicópteros Bell ni de los chalecos antibala con los que se comprobó no se salvaban los policías ni de un asaltante con cuchillo cebollero.
Así pues, si los alemanistas piensan en regresar, que sea lo que se robaron del estado.

LA TUXPAN-MÉXICO

En un puente que cruza la parte alta de la represa de Necaxa y entronca en un túnel, el presidente Enrique Peña Nieto inaugurará hoy la autopista Tuxpan-México, acompañado de los gobernadores de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa y de Puebla, Rafael Moreno Valle, veinte años después de que el presidente Carlos Salinas de Gortari y el gobernador Patricio Chirinos dieron en Tuxpan el banderazo de inicio de la obra, calculada para ponerse en servicio en 1996.
Realmente, la autopista, de aproximadamente 200 kilómetros, termina en Tulancingo,
donde conecta con la vieja carretera de 115 kilómetros, ampliada a cuatro carriles, que sigue hasta las pirámides de Teotihuacán, donde comienza otro tramo de autopista de unos 55 kilómetros. O bien continúa hasta Pachuca y la capital federal, unos 140 kilómetros más.
La primera parte de la nueva vía, promovida durante medio siglo por los tuxpeños, fue de 17 kilómetros, hasta Cañada Rica, de concreto hidráulico y cuatro carriles separados, con la gestión financiera del banquero Roberto Hernández Ramírez. Un segundo tramo, hasta La Ceiba, se inauguró posteriormente, así como el trazo Huauchinango-Tulancingo.
El mismo día que se inauguró un vehículo chocó contra un tractor abandonado por los constructores en los carriles centrales. Dos personas murieron.
Quedaron pendientes otros 40 kilómetros de la sierra norte de Puebla, donde están los puentes mayores y los túneles, construcción que se complicó por deslaves continuos e inconsistencias del terreno, dificultosamente –y esperemos que bien— resueltas.
El norte de Veracruz ha sido lastimosamente abandonado por los gobiernos federal y local, a pesar de la riqueza que históricamente ha aportado: petróleo, pescados y mariscos, ganado, tabaco y cítricos y talento: Jesús Reyes Heroles, Adalberto Tejeda, Enrique Rodríguez Cano, los hermanos José y Julián Adem Chahín, ambos Premios Nacionales de Ciencias; los poetas José Luis Rivas y Silvia Tomasa Rivera, Carlos Hermosillo, René Casados, Sergio Basáñez, Héctor Xavier, Braulio Peralta, Hugo Avendaño, Marcela Trucios (CNN), Miguel López Azuara, Abdo Bisteni y muchos más.
Por eso siempre ha estado latente la idea de crear un estado Huasteco, con porciones riquísimas de Veracruz, Tamaulipas, Hidalgo, San Luis Potosí, Puebla y Querétaro.
Ahora seguirá la autopista Tuxpan-Tampico, y –en el pujante sur— falta impulsar la modernización de la vía férrea Coatzacoalcos-Salina Cruz, con autopista al lado, de menos de 200 kilómetros, para conectar Asia y Europa con el tráfico de contenedores. Panamá ya no da para más, con los enormes buques de ahora. Esa sería obra mayor, más rápida y menos cara, que el nuevo aeropuerto del DF.
El gobernador Duarte podría sugerírsela a Peña Nieto.

FALLARON LOS MALOS

Aunque muchos malquerientes le apostaban a que la celebración de las Fiestas Patrias, principalmente en Xalapa donde el gobernador Javier Duarte de Ochoa daría el Grito de Independencia y presidiría el Desfile conmemorativo de esa histórica fecha, estaría literalmente vacía en las plazas públicas de los 212 municipios, se equivocaron.
Tan solo en la plaza Lerdo de la capital de Veracruz, de acuerdo a los registros de destacados conocedores en la materia, fueron más de 30 mil almas las que corearon el Viva México y cantaron como una sola voz el Himno Nacional Mexicano.
Y es que algunos días antes comenzaron a publicar en redes sociales que habría problemas y que los delincuentes harían de las suyas.
Nada más falso, pues todos los detalles fueron minuciosamente revisados por el propio mandatario y por altos mandos de las secretarias de Marina-Armada y de la Defensa Nacional, que representan en Veracruz al presidente Enrique Peña Nieto.
Los malquerientes, diría el reconocido personaje de Roberto López Bolaños, el famoso Chapulín Colorado, no contaban con la astucia, traducida en madurez y sentido patriótico de los veracruzanos, que demostraron que realmente quieren a su Patria y no como aquellos que solo buscan que nos vaya mal. Enhorabuena.

NO MARCHEN

Algo ocurrió con la logística en Palacio de Gobierno la noche del Grito de Independencia, pues algunos de los invitados especiales salieron que trinaban y todo porque los dejaron sin espacio en los palcos del inmueble sede del Poder Ejecutivo. Cuentan quienes asistieron que mientras los hombres y mujeres de pipa y guante realizaban la salutación con el Gobernador, los colados se agandallaron los balcones, por lo que al momento del Grito ya no pudieron más que tomar asiento en los pasillos. Por eso muchos no esperaron ni a echarse un brindisito… A ver si es cierto, dice Xóchitl Adela Osorio Martínez, la eterna subsecretaria de Educación Básica en Veracruz, que esta vez sí se descontará a las escuelas faltistas. Doña Xóchitl y la Carabina de Ambrosio… Nos vemos mañana.